Guía para reducir el consumo de azúcar
Si sientes que no puedes dejar el azúcar, no te preocupes, no es tu culpa, tu cuerpo repite hábitos que conoce una y otra vez, no es un asunto de falta de voluntad, es que tal vez te te hace falta cambiar el sistema.
En BeInnergy vemos el bienestar como un TODO, en donde participan cuerpo, mente y alma.
En el cuerpo:
El azúcar genera varias reacciones que alteran tu biología, sube la insulina, genera acumulación de grasa, y produce más hambre o ansiedad por comer. A nivel de hormonas eleva la adrenalina y el cortisol, creando un estrés biológico que suprime el sistema inmunológico, tan relevante en tiempos de COVID.
Los picos y caídas de azúcar en sangre podrían ser los culpables de tus repentinos y fuertes antojos de azúcar: cuando los niveles de azúcar en la sangre bajan, tu cuerpo intentará volver a subirlos, por lo que vas a querer más comida.
En este punto es importante hablar de la comida chatarra, paquetes y ultra procesados, que se digieren y absorben más rápidamente en el cuerpo, provocando picos de azúcar en la sangre y, por supuesto, caídas posteriores.
Para evitar estas “caídas” te recomendamos agregar más proteínas y carbohidratos ricos en fibra a tus comidas. Estos nutrientes se digieren más lentamente y ayudan a mantener estabilizados los niveles de azúcar en la sangre, además generan mayor sensación de saciedad evitando qué estés picando comida todo el tiempo.
Por otro lado, vale la pena hablar del magnesio, un mineral del cuerpo responsable de la síntesis de proteínas, el control del azúcar en sangre, la producción de energía y muchas más funciones esenciales. Cuando tienes deficiencia de magnesio, tu cuerpo tiene dificultades para llevar energía a tus células, lo que hace que te sientas cansado y quieras azúcar, en este punto es importante tomar suplementos y comer alimentos ricos en magnesio (semillas de calabaza, avellanas, pistachos, nueces, garbanzos y espinacas)
Finalmente recuerda que tu hidratación es muy importante: tomar agua, aromática o té, durante el día es clave, la deshidratación aumenta el deseo por comer dulce.
En el Alma:
Llama a tu alma en todo momento, si vas a comer hazlo con serenidad, puedes dar las gracias, una oración de agradecimiento por todo lo que pasó para que ese alimento llegara a ti. Con consciencia y atención plena escogerás lo mejor para ti.
En la Mente:
Ten en cuenta que estas codificado para evitar a toda costa cualquier cosa que te genere incomodidad, es un mecanismo de supervivencia: tu mente buscará siempre el camino rápido y fácil. Por eso es clave, que cuando tengas ganas desesperadas de comer azúcar, evalúes cómo te estas sintiendo, a veces puede ser más fácil comer chocolate o un helado que reconocer y gestionar tus emociones.
El azúcar estimula la dopamina lo que genera placer (momentáneo) y lo que la hace altamente adictiva, de modo que no soluciona nada, así que te recomendamos tomarte unos minutos en entrar en contacto con tus emociones, puedes meditar, respirar conscientemente, salir a caminar en la naturaleza ó conectar con tu lado artista: pintar, bailar, escribir.
Si a pesar de haber probado todo lo anterior sigues con ganas de un dulce, pues COMETELO, disfruta sin culpas, lo más importante es que no se convierta en un habito de todos los días.
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