5 cosas que aprendí en mi diplomado de neurociencias en la Universidad de Los Andes

-
La regulación emocional es una habilidad entrenable
Aprendí que regular nuestras emociones no es solo cuestión de suerte o temperamento. Es una habilidad que se puede desarrollar con práctica y consciencia. La corteza prefrontal —la parte del cerebro encargada del juicio, el autocontrol y la toma de decisiones— puede fortalecerse a través de herramientas como la meditación, el mindfulness y el trabajo en el autoconocimiento. -
Diferenciar entre emoción, sentimiento y estado de ánimo lo cambia todo Entender esta distinción fue revelador para mí:
- La emoción es una respuesta automática e instintiva del cerebro. Es universal y tiene una base biológica clara (como cambios en la frecuencia cardíaca, respiración, tono muscular).
Ejemplos: miedo, ira, alegría, tristeza, asco, sorpresa. Muchas veces no somos conscientes de que estamos sintiendo una emoción hasta que ya hemos reaccionado.
-
El sentimiento es la interpretación consciente de esa emoción. Involucra pensamiento, memoria y autoconciencia.
Por ejemplo: puedes sentir soledad (sentimiento) porque interpretaste una emoción de tristeza.
Otro ejemplo interesante: la culpa no es una emoción. Es el resultado de un proceso de pensamiento. Analizas que hiciste (o no hiciste) algo y aparece la culpa como una forma de autoevaluación o castigo.
-
El estado de ánimo es una disposición emocional más generalizada y persistente. Puede durar horas, días o incluso más. No está localizado en una sola región del cerebro, sino que involucra redes más difusas y también se ve influido por factores hormonales y contextuales. Afecta la forma en la que percibes tu entorno y suele ser más sutil que una emoción.
-
Nombrar la emoción es el primer paso para gestionarla
Reconocer lo que estamos sintiendo, ponerle nombre, es una forma poderosa de regularlo. Las emociones son reacciones físicas y químicas que se generan principalmente en estructuras cerebrales como la amígdala, el hipotálamo y la corteza prefrontal. Cuando identificamos una emoción, activamos regiones del cerebro que nos ayudan a entenderla y a responder de manera más consciente. -
El autoconocimiento es clave para gestionar emociones antes de que se desborden
Cuando no conocemos nuestras propias respuestas emocionales, solemos reaccionar de forma automática o exagerada. Pero si aprendemos a reconocer nuestras señales internas (tensión en el cuerpo, cambios en el ritmo respiratorio, pensamientos repetitivos), podemos intervenir a tiempo y regular lo que sentimos antes de que tome el control. -
Las emociones influyen directamente en nuestras decisiones alimenticias
El hambre no siempre viene del estómago. Muchas veces es el cerebro emocional el que está activando esa necesidad.
Por ejemplo:
-
Cuando estás bajo estrés, tu cuerpo libera cortisol, una hormona que estimula el apetito, especialmente por alimentos altos en azúcares, grasas y sal.
-
En momentos de tristeza o ansiedad buscas recompensa y placer inmediato. Comer libera dopamina, lo que genera una sensación momentánea de bienestar.
Esto puede crear un circuito de retroalimentación emocional:
Emoción negativa → comida gratificante → placer momentáneo → regreso de la emoción o culpa.
Con el tiempo, este ciclo se vuelve un hábito difícil de romper.
¿Y cómo cambia esto según nuestro estado emocional?
-
En calma, el córtex prefrontal está activo y tomas decisiones más racionales.
-
Bajo estrés o tristeza, el cerebro racional se desactiva parcialmente y las decisiones alimenticias suelen ser impulsivas o poco saludables.
Si este tema resonó contigo y sientes que es momento de transformar tu relación con la comida desde un lugar más consciente, Beinnergy puede ser ese primer paso. Nuestro programa no es una dieta más, es una experiencia diseñada desde la medicina funcional y el conocimiento del cuerpo y la mente, para ayudarte a regular tus emociones, reconectar con tus señales internas y elegir alimentos que nutran de verdad.
Es posible alimentarte sin culpa, sin castigos y sin extremos. Y sí, también es posible volver a confiar en ti.
Disponible en Bogotá, Medellín, Armenia y Pereira
Y online, en todo el mundo