COMER O NO COMER. ESA NO ES LA CUESTIÓN.
1. Detox significa cambio. Este cambio está relacionado con la conducta y los hábitos alimenticios, sin embargo durante el programa de Be-innergy seguramente vas a experimentar algunas dificultades para realizar dicha transformación. Estas dificultades pueden estar asociadas con la forma como hacemos las cosas, en este caso con lo que
comemos y cómo comemos. Por lo anterior, tal vez tu esfuerzo se concentre en aprender a regular la cantidad, calidad y el tipo de alimentos que consumes. Sin embargo, si quieres hacer un cambio más integral, profundo y sostenible, es importante que aprendas a ver este cambio desde una perspectiva más amplia.
2. Cuando buscamos modificar nuestros hábitos, queremos hacer cambios a nivel conductual. Estamos acostumbrados a modificar nuestra conducta a través de un ejercicio de voluntad y disciplina. Sin embargo, es importante considerar que la conducta es compleja y depende de un montón de factores psicológicos, sociales y biológicos que debemos considerar cuando de modificarla se trata.
3. La conducta es el resultado de un proceso de integración y procesamiento de nuestros sentimientos y pensamientos que derivan en una acción. Esta acción es la que normalmente percibimos y la que creemos, define lo que somos. Pero aquello que somos va mucho más allá de las cosas que hacemos.
4. Cuando tratamos de modificar nuestra conducta, muchas veces encontramos resistencias internas y externas, que nos
dificultan realizar cualquier cambio. Dichas resistencias internas tienen que ver con pensamientos o ideas que hemos aprendido sobre cuál es el deber ser de las cosas o para qué debemos actuar de cierta forma. Estas resistencias también están relacionadas con nuestras emociones, las cuales generalmente permanecen aún más inconscientes pero que definitivamente inciden en nuestro comportamiento.
5. Los pensamientos se relacionan con aquellas creencias o ideas que tenemos sobre cómo funcionan o deberían funcionar las cosas. Si sentimos que consumir ciertos alimentos o mantener ciertos hábitos son una costumbre familiar o nos enseñaron que eran claves en nuestra dieta, probablemente por más teoría que tratemos de aprender sobre porque dichos alimentos son perjudiciales, nuestra conducta se mantenga.
6. Así mismo, si tenemos asociados ciertos alimentos con alegría, placer o celebración, por más que tratemos de convencernos sobre la necesidad de descartarlos, va a ser muy difícil modificar la conducta y sacarlos completamente de nuestra dieta.
7. Un gran ejemplo de cómo las emociones y creencias influyen en nuestros hábitos se puede evidenciar en la diferencia que existe entre el hambre física y el hambre emocional.
El hambre física es aquella que se produce: a. progresivamente, b. Puede esperar un rato en ser
satisfecha, c.Cualquier opción de comida le parece bien. d. Después de comer queda satisfecho. e. Puede parar después de comer lo suficiente. Por su parte el hambre emocional se caracteriza por: a. Aparecer de manera repentina. b. Necesita ser satisfecha de manera inmediata. c. Se calma con antojos: azúcar, fritos, harinas y d.Después de comer se siente culpable y e. No puede parar de comer. Estas dos formas de “hambre” nos ayudan a comprender que nuestra conducta, es decir nuestra forma de comer no está relacionada exclusivamente con una manera racional y coherente de comportarnos.
8. El camino para modificar integralmente nuestra conducta, debe: primero, identificar y describir nuestros comportamientos: ¿Cómo es
nuestra forma de comer? ¿ Cuántas veces comemos al día? ¿Que tipo de alimentos? ¿Hay algunos alimentos que comamos en exceso? ¿Hay algunos alimentos que nos caen mal?.
Segundo, identificar las creencias que tenemos alrededor de nuestra alimentación.
¿ Qué ideas tengo sobre la comida? ¿Hay algún alimento que me parezca malo o bueno? ¿Qué mensajes recibí desde niño sobre la alimentación? ¿Qué mensajes recibí desde niño sobre mi cuerpo? y tercero, reconocer las emociones que tenemos asociadas a la
alimentación: ¿Cómo me siento antes de comer? ¿ Cómo me siento después de comer? ¿Hay algunas comidas que me hagan sentir más satisfecho? ¿Hay comidas o circunstancias en las que como, que me hagan sentir menos satisfecho?.
9. Una vez logremos identificar las conductas, emociones y creencias que tenemos asociadas a nuestra alimentación, podemos ser conscientes de las razones por las cuales hacemos lo que hacemos y solo ahí, podremos realmente realizar las modificaciones
necesarias de tal manera que los cambios en nuestros hábitos sean más profundos y sostenibles.
10. En este sentido, si hacemos el Detox con toda la profundidad del caso, seguramente no haremos un cambio durante 14 o 21 días, si no que lograremos una transformación para el resto de nuestra vida. Vale la pena entonces preguntarse: ¿ Qué significa realmente este
DETOX para ti? .