LA CIENCIA DETRÁS DE LAS AREPAS DE YUCA, PLÁTANO, CHÍA Y QUINOA Y ARROZ
Nadie puede negar la dicha de comerse una buena arepa, son cercanas, de nuestra cultura, nos sirven para el desayuno, almuerzo y como snack, un complemento sencillamente único.
Estamos muy acostumbrados a la arepa de maíz, sin embargo, por más rico que sabe, no podemos desconocer que casi todo el maíz que consumimos actualmente es transgénico, y ¿que es transgénico? Es un proceso de modificación genética que hacen para mejorar la resistencia a las plagas, la tolerancia a herbicidas o las mejoras en el rendimiento. Sin embargo, los alimentos transgénicos, pueden desencadenar reacciones alérgicas en personas sensibles, o incluso aumentar alergias ya existentes.
Aunque faltan más estudios al respecto, sería bueno que conozcas qué reacciones te causan. Por eso en nuestro programa descansamos por 14 o 21 días del maíz, pues además de contener proteínas similares al gluten, es uno de los cultivos con más modificaciones genéticas y fumigantes. Al terminar el programa y hacer un adecuado proceso de reintroducción podrás saber si el maíz es bueno o no para ti.
Además de los retos que implican tantos alimentos genéticamente modificados, tenemos otro reto que tal vez es menos nombrado: NO estamos consumiendo la cantidad de fibra recomendada al día y la fibra es indispensable para que nuestra salud brille. En estos términos, el maíz solo tiene 2.7 gr. de fibra por una porción de 100 gr., que si lo comparas con la chía que tiene 34 gramos por 100 grm de fibra o la linaza que tiene 27 grm de fibra por porción, se quedaría muy por debajo.
Por eso decidimos crear esta alternativa tan maravillosa, arepas de chía y quinua que además de ser libres de transgénicos, te ayudan a tener un consumo de fibra asegurado. Las doramos en aceite de oliva, entonces tienen una textura deliciosa con un sabor a nuez tostada que te va a encantar.
Un consejo que también puede ser útil, es que agregues chía y linaza molida durante el día a diferentes preparaciones: puedes tomártela diluida en agua caliente en ayunas, agregarle al batido, ponerle a la mezcla para pancakes, encima de la fruta, etc.
Otra alternativa que usamos son las arepas de yuca y de plátano, muy comunes en un estilo de alimentación llamado paleo que se centra en alimentos mínimamente procesados. La yuca y el plátano son alimentos enteros, sin aditivos ni proceso industriales. Son alimentos ancestrales que los humanos hemos comido por siglos, entonces difícilmente nos van a caer mal o generar síntomas. Además son carbohidratos complejos, ósea, los que se convierten en fuente de energía rápida y sostenida, son muy ricos en fibra, que ayudan a la digestión, alimentan la microbiota y regulan los niveles de azúcar en la sangre, todo muy beneficioso para la salud metabólica.
Todas estas alternativas, además, son libres de gluten y se pueden comer en diferentes presentaciones. Recuerda que cuanto más nutrientes sumes, mucho mejor, y lo mejor sin esfuerzo, porque ¡son exquisitas!
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